Soñarse atormentado físicamente insinúa que se vive un peligroso estado de estrés a consecuencia de una dominante incertidumbre por el desconocimiento de ciertos resultados que tardarán en llegar.
Soñarse torturado insinúa que se está viviendo a disgusto con personas desagradables.
Soñarse torturando a otras personas es aviso de que fallarán los planes que se tienen.
Soñarse intentando aliviar las heridas de personas torturadas es anuncio de éxito en los propios asuntos, aunque eso tarde un poco.