Soñar herraduras limpias insinúa que todos sus asuntos marchan bien, incluyendo el aspecto afectivo.
Soñar herraduras rotas, oxidadas, viejas o simplemente sucias insinúa que se aproximan situaciones desafortunadas como fracasos y enfermedades en el soñante o en su familia.
Soñar una herradura colgada de un cercado insinúa que pronto habrá un mejoramiento notable en su vida, tal vez superior al deseado.
Soñarse en un campo desierto encontrando una herradura insinúa que pronto recibirá un beneficio sorpresivo por inesperado.