Soñar un gato anuncia mala suerte si no se le mata| pero si en el sueño lo mata o lo hace huir, entonces indica éxito en los asuntos que se estén manejando y sobre los enemigos que se tengan.
Soñarse atacado por un gato insinúa que pronto los enemigos darán la cara dañándolo seriamente tanto en su prestigio como en sus valores económicos.
Soñar que se atraviesa en el camino un gato sucio y famélico insinúa para el futuro inmediato tristezas y enfermedades en la familia.
Soñar que ve u oye que un gato rasguña la puerta advierte que los enemigos están tratando de perjudicar al soñante.
Si el gato se restriega contra sus piernas, insinúa que está rodeado de hipocresía.
Cuando una mujer se sueña cargando y acariciando a un gato, insinúa que alguien la está aconsejando mal en cuanto a sus asuntos sentimentales.
Soñarse perseguido por un gato pinto o amarillo insinúa que el soñante se inmiscuirá en intrigas y situaciones embarazosas que lo perjudicarán.
Soñar un gato y una serpiente en relaciones amistosas es el peor de los sueños y presagios, y lo mejor que puede hacer es vigilar cuidadosamente alrededor para saber de qué se trata.
Se dice que este sueño en ciertos casos indica espionaje industrial, o político o militar.
El gato es un símbolo femenino, tanto por su natural manera de ser como porque es un animalito consentido de muchas mujeres| en consecuencia, cuando un hombre sueña gatos insinúa la presencia de mujeres en el sentido sexual.
Una mujer que sueñe uno o más gatos blancos y bonitos es aviso de que hay intereses ajenos y egoístas que intentan perjudicarla, pero que ella podrá acabar con las intrigas.
Si los gatos del sueño son feos, flacos, y peor si son negros, indica que los riesgos son mucho mayores.
En general, soñar gatos simboliza problemas diversos en el cercano futuro.
Los problemas siempre serán mayores y más graves si en el sueño aparece un gato peleando con una serpiente u otro animal venenoso.