Soñarse célibe insinúa que es tímido no solamente respecto a las mujeres, si no en muchos otros sentidos como el temor a lo desconocido, a los insectos, a la soledad, a la oscuridad, a viajar sin compañía.
En algunos casos simboliza la vocación hacia lo religioso.
También suele ser el resultado mental o psíquico de una impotencia sexual.