Soñar sacerdotes, especialmente si son de cierta jerarquía, puede significar que en el futuro inmediato se presentarán algunos contratiempos y dificultades que impedirán la realización de sus deseos de poseer riquezas materiales, prestigio social y honores, poder político y económico, y que en cambio puede padecer una enfermedad.
Cualquier sacerdote es un símbolo contrario a los valores materiales y egoístas.
Soñar a un sacerdote oficiando misa insinúa que teme la muerte de alguna de las personas que lo rodean, por lo que el soñante se muestra inquieto quizá sin razón.
Una joven y soltera que sueña a un sacerdote vestido de blanco y oficiando una misa significa, más que otra cosa, el deseo de la soñante de casarse.
Una mujer adulta, y más aún si tiene hijos, que sueña aun sacerdote vestido de blanco oficiando una misa, es anuncio de que alguna de sus hijas u otro familiar pronto se casarán.
Soñar sacerdotes que se le acercan anuncia enfermedad, desgracias, miserias.
Si ve a un sacerdote en su púlpito, insinúa que la conducta del soñante o de sus familiares es reprobable y que debe corregirse.
Este sueño advierte que el soñante está inconforme consigo mismo.
Soñarse ocupando un púlpito es anuncio de enfermedad o fracasos y disgustos.
Soñar que se es un sacerdote de alta jerarquía puede significar que se está deseando escalar importantes posiciones, aunque sean con escasa remuneración.
Por lo general, quien sueña ser un sacerdote de cualquier nivel, es una persona que normalmente trabaja mucho sin recibir una compensación justa, razón por la cual suele invocar a las fuerzas superiores para que le ayuden a resolver sus problemas, lo cual indica inclinación hacia lo religioso aunque no sea muy firme ni duradera.
El soñarse como sacerdote es anuncio de muchos tropiezos y dificultades en todo lo que se emprende, sin esperar notables ni frecuentes éxitos.