Soñar una enorme profundidad, abismo o precipicio es siempre un aviso de peligros cercanos.
Lo mejor que se puede hacer después de uno de estos sueños es mantenerse alerta, vigilante| pero siempre sereno, en espera de lo que el sueño haya querido anunciar.
Por lo general estos sueños, cuando son premonitorios, no tardan en revelarse más de dos semanas.
Soñarse a la orilla de un precipicio o abismo suele ser advertencia de que algunos enemigos tratan de hacerle daño.
Soñar profundidades o abismos también sugiere que el soñante se encuentra en un estado anímico alterado, tal vez depresivo, y si no se atiende podría sufrir serios choques psíquicos o pánico casi por cualquier motivo.
Las siguientes interpretaciones son para el caso de que el soñante, hombre o mujer, goce de una razonable buena salud y que no esté afectado por graves preocupaciones: Soñar que cae en un precipicio es anuncio que ha descuidado algo y que por ello puede ser fácil víctima de estafa o sufrir enfermedades delicadas.
Advierte sobre peligro de accidentes, de atropellamientos por vehículos, de ataques por sorpresa como son los asaltos.
Cuando una mujer se sueña mirando hacia el fondo de un precipicio puede significar que se está preocupando demasiado por sí misma y por sus asuntos, que en realidad pueden ser muy triviales y en este caso el abismo es la contraparte.
Si al estar mirando cae en la profundidad, puede significar que pronto sufrirá disgustos y se sentirá decepcionada de ciertas amistades o amores.
Si en lugar de caer rodea el hueco o lo abandona, puede significar que saldrá bien librada de todas las preocupaciones, que finalmente le parecerán absurdas.
Cuando un hombre se sueña mirando hacia el fondo de un precipicio puede significar que está pensando en tomar algo que no le pertenece y eso lo desprestigiará para el resto de su vida.
Es un sueño de advertencia.