Soñarse dando limosna a alguien ante muchas personas indica vanidad, y en algunos casos orgullo por lo que se ha logrado y exhibicionismo por ello.

Soñarse negando limosna a quien la está pidiendo insinúa que pronto le pedirán un favor que el soñante ha estado negando.

Soñarse dando limosna a casas de beneficencia insinúa que está en riesgo de perder sus posesiones a consecuencia de envidias y ambiciones de sus competidores.

En este caso no se trata necesariamente de valores materiales, ya que puede verse afectada la salud, el prestigio, etc.

Soñarse recibiendo una limosna advierte que los malos tiempos están pasando y pronto todo mejorará.

Jóvenes enamorados que sueñen dándose limosna, insinúa que pronto sufrirán alguna decepción por la presencia de rivales en amores.